La luz influye directamente en nuestro día a día, en el estado de ánimo e incluso en el ritmo biológico. Numerosos estudios lo confirman. Por eso, cada vez más personas priorizan una planificación de iluminación bien pensada desde el inicio del proyecto de construcción. Pero ¿cuáles son los criterios importantes y cómo se empieza con un proyecto de iluminación eficaz?
Antes de empezar con el diseño detallado, es importante saber que una iluminación equilibrada se basa en tres tipos de luz principales:
1. Iluminación general
Proporciona una luz homogénea en toda la estancia, normalmente a través de lámparas de techo o focos empotrados que evitan sombras. Para lograr una atmósfera agradable, se recomienda una temperatura de color tirando a cálida de aproximadamente 3000 Kelvin.
2. Iluminación por zonas
Se centra en áreas específicas como la mesa del comedor, la isla de cocina o un rincón de lectura. Aporta funcionalidad sin perder de vista la estética.
3. Iluminación ambiental
Contribuye a crear una atmósfera acogedora y cálida. Puedes lograrla con lámparas de pie o de mesa, así como con iluminación indirecta mediante tiras LED instaladas en techos, suelos o muebles.
Para llevar a cabo tu proyecto de iluminación de forma eficiente, te recomendamos seguir una planificación paso a paso basada en los planos de construcción. Esto no solo te ofrece una visión general clara para no olvidar ningún detalle importante, sino que también servirá como guía práctica para el electricista encargado de la instalación.
1. Planifica estancia por estancia
La distribución de los espacios es clave para definir la iluminación en una casa, ya que cada habitación tiene necesidades distintas. El salón, el dormitorio o el comedor requieren tipos de luz diferentes en comparación con la cocina, el baño o el pasillo. Además, puede que algunos espacios aún no tengan un uso definido, como una futura habitación infantil, oficina en casa o zona de lavandería. En estos casos, lo mejor es planificar con flexibilidad.
Salón: Aunque la cocina y el baño requieren una luz más intensa, en el salón es importante combinar una buena iluminación general con una luz ambiental cálida e indirecta que cree una atmósfera acogedora y relajante.
Dormitorio: En el dormitorio se debe priorizar una luz suave y envolvente que favorezca el descanso. No obstante, también es esencial incorporar luz puntual para el área de vestidor o armario, que facilite las tareas cotidianas.
Oficina o zona de trabajo: Una iluminación clara y uniforme es imprescindible para concentrarse, especialmente en días nublados. Evita los contrastes fuertes, ya que pueden cansar la vista con el tiempo.
Habitación infantil: Aquí conviene usar varias fuentes de luz cálida y sin deslumbramientos que generen un ambiente agradable. En los pasillos cercanos, las luces LED de orientación pueden ser muy útiles para guiar al niño durante la noche.
Cocina: Diferencia entre las zonas de trabajo y las de comedor. La zona de preparación debe contar con una luz potente y funcional, mientras que en el área de comedor, una iluminación hogar cálida invita a disfrutar de los momentos compartidos.
Baño: Además de una buena luz general, es fundamental contar con iluminación puntual en la zona del espejo para afeitarse o maquillarse correctamente. Las luces con sensores de movimiento o sin contacto también mejoran la experiencia nocturna y ahorran energía.
Pasillos y escaleras:Aquí, la seguridad es lo primero. Asegúrate de iluminar bien los bordes de los escalones para evitar accidentes. Una buena idea es instalar luz desde la parte superior de la escalera, que proyecte sombras suaves, junto con focos adicionales que definan cada peldaño con claridad.
2. Piensa en zonas y ten en cuenta los muebles grandes
Si ya sabes dónde irán los muebles más voluminosos o si tienes previstas ciertas zonas específicas dentro de una habitación, lo ideal es marcar todo esto en el plano desde el inicio del proyecto de iluminación. Para representar las proporciones correctamente puedes usar una regla especial con escalas, conocida como escalímetro.
3. Refinar la planificación inicial
Una vez que hayas ubicado las primeras fuentes de luz y los muebles principales, podrás identificar qué zonas necesitarán iluminación adicional para evitar rincones oscuros o para crear un ambiente más confortable. En estas áreas deberías prever enchufes suficientes que te permitan añadir lámparas o tiras LED más adelante, sin necesidad de reformas.
4. Haz una lista detallada de los puntos de luz que necesitas
Anota con la mayor precisión posible qué tipo de lámparas te imaginas para cada espacio y dónde deberían instalarse. Especificaciones como la altura de montaje, marcas preferidas, características de diseño o compatibilidad con sistemas inteligentes facilitarán mucho la ejecución del proyecto.
Consejo: Piensa desde el principio si te gustaría regular la intensidad de la luz o cambiar el tono de color con facilidad, ya sea desde un interruptor, una aplicación o mediante control por voz. En ese caso, podrías considerar una instalación inteligente basada en domótica o en un sistema KNX para tu nuevo hogar.
En general, al planificar la iluminación en una casa nueva, hay varios puntos importantes que no deben pasarse por alto:
Efecto de la luz: El tipo y modelo de punto de luz influye directamente en cómo se percibe un espacio, ya que genera distintos juegos de luz y sombra. Antes de definir tu proyecto, plantéate qué efecto deseas conseguir: ¿una atmósfera acogedora, funcional, teatral, relajante? Visitar exposiciones de iluminación, consultar catálogos o hablar con especialistas puede darte muchas ideas.
Suficientes enchufes: Las lámparas de mesa, lectura o pie necesitan tomas de corriente. Para evitar un exceso de cables visibles, es recomendable planificar con generosidad la distribución de enchufes en cada estancia.
Iluminación exterior: No olvides el exterior al diseñar tu proyecto de iluminación hogar. Una buena iluminación exterior no solo mejora la estética de la fachada, sino que también ofrece orientación por la noche y mayor seguridad. Entradas principales y secundarias pueden iluminarse de forma eficiente con detectores de movimiento.
Tonalidad de la luz: El bienestar que genera una iluminación también depende del color de la luz. Este se mide en grados Kelvin. Como norma general: a mayor número de Kelvin, más fría y azulada será la luz, lo que puede resultar poco acogedor. Para la mayoría de espacios interiores se recomienda una luz blanco cálido, entre 2800 y 3300 Kelvin. En la cocina o el baño, se puede optar por una luz ligeramente más clara. Consejo: prueba siempre la temperatura de color de una luminaria antes de instalarla.
Control inteligente: En cada habitación puedes integrar luces en un sistema inteligente de iluminación. Incluso es posible crear escenas de luz personalizadas según tus rutinas, horarios o estados de ánimo.
En la planificación de la iluminación en una casa nueva, es fundamental coordinar de forma inteligente la luz natural con la iluminación artificial. Esto mejora tanto la calidad de vida como la seguridad en el hogar.
Si estás pensando en incorporar un sistema de iluminación inteligente en tu nuevo hogar, consulta con un profesional especializado en domótica e instalaciones eléctricas. Te podrá asesorar sobre las mejores soluciones para tu proyecto y ayudarte a planificar un sistema adaptado a tus necesidades.