¿Te preguntas qué luces poner en la cocina? Lo ideal es combinar focos LED, tiras decorativas y lámparas colgantes según cada zona y su uso.
Planificar bien la iluminación de la cocina es clave: debe facilitar las tareas diarias y reducir el riesgo de accidentes. Al mismo tiempo, las luces en la cocina deben aportar calidez y una atmósfera agradable. Con los siguientes consejos, podrás combinar funcionalidad y estética de manera efectiva.
La iluminación de la cocina debe combinar funcionalidad con una atmósfera acogedora. Una buena planificación incluye tres elementos básicos: luz general, iluminación intensa para las superficies de trabajo y luz ambiental decorativa. El truco a la hora de iluminar una cocina correctamente está en adaptar el concepto de luz a cada zona utilizando diferentes fuentes de luz.
Aunque el diseño depende mucho del espacio y del mobiliario, hay algunas recomendaciones generales que pueden ayudarte a conseguir una iluminación ideal:
Luz directa e indirecta: Lo mejor es combinar ambas. La iluminación indirecta, que se refleja en paredes o techos, aporta un efecto más suave y acogedor. Para las zonas de trabajo, es clave contar con luces directas bien posicionadas.
Materiales fáciles de limpiar: Elige lámparas colgantes o apliques de pared hechos de materiales como metal, vidrio o plástico. Las superficies lisas permiten eliminar fácilmente el polvo, el vapor o la grasa que se acumula al cocinar.
Cuánta luz necesitas: Una pregunta clave al pensar en luces para la cocina es la cantidad de luz adecuada. Como orientación general, se recomienda unos 300 lúmenes por metro cuadrado. En una cocina de 10 m², eso equivale a aproximadamente 3.000 lúmenes en total.
La elección de luces LED para la cocina influye directamente en la atmósfera del espacio. Dependiendo del área que quieras iluminar, puedes optar por una luz cálida o neutra:
Luz cálida (entre 2.500 y 3.300 Kelvin) crea una atmósfera acogedora y es ideal para cocinas abiertas al salón o zonas donde se busca mayor confort visual.
Luz neutra (entre 3.300 y 5.300 Kelvin) mejora la concentración y es perfecta para iluminar la encimera o la isla central, donde se requiere más precisión y visibilidad.
Con una buena planificación de la iluminación LED en la cocina, puedes lograr tanto funcionalidad como calidez en el ambiente.
Para cada zona de la cocina existen soluciones de iluminación específicas que se adaptan a sus necesidades funcionales y estéticas.
1. Cocinar con buena luz: cómo iluminar la encimera
La base de cualquier concepto de iluminación es una luz general desde el techo. Las lámparas de techo con varios focos orientables son especialmente prácticas, ya que permiten dirigir la luz hacia diferentes zonas.
Sin embargo, si te limitas a una lámpara central, puedes crear sombras incómodas sobre la encimera mientras cocinas. Por eso, se recomienda instalar luces debajo de los armarios superiores. Estas proporcionan una iluminación uniforme de la superficie de trabajo y evitan deslumbramientos al preparar los alimentos.
2. Cómo iluminar una isla de cocina
Si tu cocina cuenta con una isla, es importante planificar su iluminación de forma adecuada. Las lámparas colgantes regulables o los focos empotrados en el techo son ideales para aportar luz directa y evitar sombras. Además, puedes complementar con tiras LED decorativas para crear un ambiente acogedor y moderno. Una buena iluminación en esta zona mejora tanto la funcionalidad como el estilo del espacio.
Con luces bajo los armarios, disfrutarás de una iluminación versátil mientras cocinas. Fuente: Lechner
3. Luz ambiental: cómo iluminar el comedor de forma acogedora
Pasamos a la parte más acogedora de la cocina: el comedor. En muchas cocinas abiertas, la mesa del comedor es el centro de la vida familiar. Aquí se come, se charla, se juega, se planifican las vacaciones y se celebran momentos especiales.
Una buena iluminación en cocina comedor debe ser versátil y crear un ambiente agradable para todas estas actividades. Las lámparas colgantes son una excelente opción. Aportan calidez al ambiente y, al mismo tiempo, actúan como un elemento decorativo destacado. Es importante que la lámpara no cuelgue demasiado baja: lo ideal es una altura de 60 a 70 cm sobre la mesa, para no bloquear la vista entre comensales. Aún mejor si es ajustable en altura.
Para mayor flexibilidad, se recomiendan luces regulables en intensidad: durante una cena íntima puedes bajar la intensidad para crear ambiente, mientras que para manualidades o juegos de mesa se necesita más luz.
4. Iluminación moderna para la cocina: LED y focos con estilo
Para reforzar la iluminación de la cocina en las zonas de trabajo, los focos LED o las tiras LED son soluciones muy prácticas. Están en tendencia los LED de colores instalados en el zócalo, que proporcionan una luz indirecta y decorativa con un toque muy actual.
Si estás reformando o construyendo una cocina nueva, puedes considerar la instalación de focos LED empotrados en la pared sobre la encimera. Este tipo de iluminación no solo es eficiente y duradero, sino también muy fácil de limpiar, ya que queda completamente integrado y no acumula grasa ni polvo.
Si no tienes suficientes enchufes en tu cocina, el Gira Profile 55 permite añadir puntos de conexión sin necesidad de realizar obras. El electricista puede instalar el perfil de aluminio directamente sobre una toma de corriente ya existente. Otra opción muy práctica en cocinas sin instalación eléctrica suficiente son las luces LED a pilas para los muebles bajos, que se pueden incorporar fácilmente sin cables ni cajas empotradas.
Más que una tendencia: controla la iluminación de tu cocina de forma inteligente
Al igual que en el resto de la vivienda, la iluminación inteligente también está ganando protagonismo en la cocina. Con un sistema Smart Home puedes ajustar la intensidad, la temperatura de color y el tipo de luz según la ocasión y tus necesidades.
Desde una aplicación, por comando de voz o con interruptores inteligentes como el pulsador para Gira One o KNX, puedes controlar fácilmente todas las luces LED de la cocina. El diseño minimalista del pulsador, fabricado en acero inoxidable y plástico resistente a golpes, es ideal para entornos donde se utiliza con frecuencia.
Además, puedes crear escenas de luz personalizadas con varios focos LED y activarlas o atenuarlas con un solo gesto. El control por voz resulta especialmente práctico cuando estás cocinando y no puedes usar las manos.
Todo bajo control con Gira G1
Con la unidad central Gira G1 puedes controlar todos los ajustes de tu iluminación inteligente en la cocina de forma sencilla. Desde ahí puedes gestionar no solo la iluminación, sino también otros dispositivos KNX con solo tocar la pantalla.
Una iluminación bien planificada en la cocina es fundamental, ya que este espacio suele ser el centro neurálgico del hogar. Cumple funciones prácticas y estéticas, contribuyendo a un ambiente funcional y acogedor.
Para lograrlo, es importante combinar luz directa e indirecta, elegir materiales fáciles de limpiar y respetar una intensidad mínima de unos 300 lúmenes por metro cuadrado. La elección entre luz cálida o neutra influye en la atmósfera deseada.
Cada zona de la cocina requiere su propia solución: luces bajo los armarios para la encimera, lámparas colgantes sobre la mesa, o tiras LED decorativas. Gracias a la integración de tecnología inteligente, puedes adaptar la iluminación a cada momento con mayor comodidad. En definitiva, una buena planificación lumínica transforma tu cocina en un espacio acogedor, eficiente y moderno.