¿En qué estilo de vida se reconoce?
Paredes sin enlucir, viejos armarios de metal, lámparas industriales y bombillas desnudas: puro estilo industrial.
Si le gusta el estilo industrial, no hace falta que se mude a una nave industrial reconvertida en loft, aunque, desde luego, eso sería el no va más. Con palés, bombillas colgando del techo y muchos elementos de metal, puede recrear este ambiente viva donde viva. El estilo nació en Inglaterra y en Estados Unidos alrededor de 1940, cuando se empezaron a convertir viejas fábricas en viviendas. La tendencia no llegó a nosotros hasta la década de los ochenta. Desde entonces, este estilo de diseño de interiores goza de gran popularidad. En la actualidad, de hecho, está experimentando un auténtico renacimiento.
Hoy en día, podemos comprar todo tipo de muebles y complementos inspirados en los hallazgos rescatados de viejas fábricas. Sin embargo, los verdaderos amantes de este estilo apuestan por los originales, por los objetos realmente encontrados en antiguas naves industriales, que se han convertido así en auténticos tesoros. Característicos de este estilo son sobre todo los bancos de trabajo convertidos en muebles, las estanterías de almacén, las taquillas, las lámparas industriales de esmalte y las paredes de ladrillo desnudo o de hormigón. El lema: cuanto más desgastado por el uso, mejor.
El óxido, la pintura desconchada, el plástico amarillento y las paredes de ladrillo o de hormigón sin tratar son rasgos deseables. Y así es también la paleta de colores que combina con este estilo: en los interiores con estilo industrial predominan los tonos apagados, terrosos. Los rojos oxidados, los grises y los marrones claros u oscuros son los principales protagonistas. Por supuesto, como en la mayoría de los estilos de decoración, aquí también están permitidas las notas discordantes. Una pared o un mueble con el estilo típico pintados en colores pastel alivian el encanto duro de lo industrial.
¿En qué estilo de vida se reconoce?