En la reforma integral de esta vivienda en Sabadell se ha querido conservar la esencia de los materiales originales. Después de todo, los techos existentes de robustas vigas de madera antiguas, las paredes de ladrillo hechas a mano y las escaleras arqueadas, así como las baldosas de cerámica típicas de la región, no solo transmiten la tradición constructiva catalana, sino también una calidad sólida, duradera y fiable muy preciada hoy en día. Por tanto, descubrir, reparar y conservar fue la máxima de la obra para adaptarla con acierto al siglo XXI.

Para convertir el encantador edificio en un hogar moderno familiar, los interioristas añadieron nuevos elementos y materiales a los componentes existentes, reformados con el objetivo de armonizarlos con el edificio existente y realzarlos. La escalera, por ejemplo, se revistió con peldaños de roble natural y se añadieron barandillas metálicas de líneas rectas en blanco, ambas sin adornos y de sobria elegancia. Tanto en la planta baja, que da a la terraza, como en la planta superior, que da al balcón, el estrecho edificio se abre con grandes frentes de vidrio para dejar entrar la mayor cantidad de luz posible. Y especialmente en la gran sala de estar y la cocina, que están perfectamente conectadas, las paredes de ladrillo visto contrastan con las radiantes superficies blancas y los frentes de roble.

Por supuesto, también había que actualizar los servicios del edificio, algunos de ellos ocultos y entre bastidores, como un moderno sistema de calefacción por suelo radiante basado en la aerotermia e integrado en el suelo de hormigón de la planta baja. Otros componentes, sin embargo, están diseñados para lograr la máxima visibilidad. Entre ellos se encuentran los interruptores de montaje en superficie y las bases de enchufe de la gama Gira Studio AP. Con su diseño claro y las superficies de cristal de alta calidad, son objetos de diseño por derecho propio y complementan los elementos históricos en una simbiosis convincente.