Los sensores de viento emiten una alarma cuando el viento se transforma en tormenta: Hacen que las persianas o los toldos instaladas en el exterior se suban de forma inmediata para protegerlos y evitar que resulten dañados. Los sensores de viento constan de un anemómetro (molinete de cazoletas) y una unidad de evaluación. El anemómetro se monta en el techo o en la pared de la casa y se conecta a la unidad de evaluación.